PEÑA TAURINA GIJONA

PEÑA TAURINA GIJONA

5/04/2013

TOROS EN LA INMACULADA-LOS JESUITAS DE GIJON

(Asociacion de antiguos alumnos y biblioteca y archivo del colegio de La Inmaculada,
agradecimientos a J.Guerrero.)
"En el Colegio La Inmaculada-Los Jesuitas de Gijón que cumple su 125 aniversario se organizaron festejos taurinos ininterrumpidamente desde 1948 a 1972 con motivo de sus fiestas rectorales. Las reses procedían de las ganaderías  de Gamazo, Marqués de Simancas , Tabernero, Antonio Sánchez Ferrero  entre otros  como rezan los carteles que conserva el propio colegio, el Museo del Pueblo de Asturias y algún aficionado. Las vaquillas de respetable trapío algunos años, volvían vivitas y coleando  a la ganadería después. Eran los alumnos  más atrevidos de los dos últimos cursos los encargados de lidiarlas, un día toreaban unos y al siguiente los otros. A pesar de las cogidas, nunca hubo que lamentar ningún accidente serio. Esto suponía la oportunidad para cientos de chavales de ponerse por primera vez en sus vidas delante de una vaquilla, privilegio que hoy en dia no tienen los jóvenes en toda Asturias, y era una auténtica cuna de aficionados. El propio centro tejía los trastos de torear, una mezcla entre capote y muleta sin apenas peso que aún conserva bien doblados en una vitrina de su cuidada biblioteca.  Los primeros años las vaquillas se hacían en el patio de La Palmera en el interior del colegio, para posteriormente montar la placita de madera en los patios exteriores y los campos de fútbol en distintas localizaciones. Esto como podéis imaginar era una auténtica fiesta, desde el paseillo con todos los alumnos participantes desfilando, a los valientes que hacían el Tancredo, las mesas de tute en el medio de la plaza con los mozos sentados desafiando a la vaca, y el miedo cuando escapaba por los patios y todos los alumnos salían corriendo,cosa que pasó al menos un año al hundirse los toriles. De  aquí salió el último gijonés que llegara a novillero con caballos Jose Luis Caneja y que toreara en el Bibio, también director de lidia durante las fiestas colegiales . El infortunio de la muerte de Antonio Bienvenida cuando una vaquilla escapada le cogió por la espalda hizo a los responsables no continuar con este festejo. Gracias a Jose Manuel Guerrero Rodríguez, antiguo director del colegio, profesor, y responsable del archivo pude rescatar algunas fotos,  y visualizar un video taurino que comparten  y divulgan orgullosos de su historia y su afición entre  las nuevas generaciones de alumnos y alumnas. Hay que recordar que hasta 1972 el colegio era eminentemente masculino.Las mismas vaquillas que se utilizaban en las fiestas de los Jesuitas iban después a la Universidad Laboral que por aquel entonces era el instituto de educación secundaria más grande de España con cabida para más de 3000 alumnos dado que la enseñanza y dirección del centro eran también de los Jesuitas (Compañía de Jesús) mientras que la intendencia la hacía la orden de las hermanas pobres de Santa Clara (Clarisas).
Estos 2 centros tenían entre sí una grán rivalidad tanto deportiva como académica, y como no podía ser menos competían por tener las mejores fiestas. No podía ser que uno tuviera toros y el otro no. Compartieron las vaquillas  desde 1967 a 1972 según aparece en la revista La Torre del archivo municipal de Gijón, dado que sus festejos de mayo coincidían en tiempo y forma.
En 1978 la Universidad laboral entregó la dirección a personal docente de las Universidades Laborales que sustituyó a los jesuitas, y pocos años después se rescindió también el convenio con las monjas. Así fue que había toros en los campos de Somió colindantes a la Universidad Laboral, donde estan ahora los campos de futbol , el de rugby  y  el de jockey hierba".

1948














1952(Sirgo)





1964









                                                    1965



                                               1966 Este año se ocupa de la direccion de lidia uno que llegó a novillero y actuó en la plaza de toros del Bibio Jose Luis Caneja.













                                                   1967(Museo del Pueblo de Asturias)


1968



1969
Estas 2 fotos fueron facilitadas por F Guerra antiguo alumno aficionado y critico taurino.



1970



1971
                             1972








3/20/2013

TENTADERO VALENCIA DE DON JUAN













Armando medina 17/03/2013 El Diario De León Valencia de Don Juán.

Muy buen nivel, tanto por la importancia de los ponentes como por el público asistente, de las primeras Jornadas Taurinas organizadas por la Peña El Burladero de Valencia de Don Juan, que tuvieron lugar ayer.

El día comenzó a las once de la mañana con una charla coloquio en la tomaron parte los matadores de toros César Jiménez y Luis González, el novillero Francisco José Espada, el ganadero Ramón Sánchez Flores, el veterinario de la plaza de toros de Zamora, Rafael de Diego, y el mayoral de la ganadería de Sayalero y Bandrés, Ángel Sánchez Martín. El alcalde, Juan Martínez Majo, abrió el acto y el periodista Manuel Cachafeiro ejerció de moderador.

Bajo el título general de Selección y crianza del toro de lidia, todos destacaron la labor que se realiza con los animales en el campo para llevar al público el tipo de toro que demanda en la actualidad con características como la acometividad, la bravura, la repetición, humillación...

El ganadero aseguró que nunca el toro fue tan bravo como ahora. Y nunca salió a la plaza mejor alimentado y más sano.

César Jiménez, que coincidió con esa apreciación, tuvo palabras críticas para los empresarios taurinos. Afirmó que «la fiesta vive un buen momento, la afición existe y si la gente no va más a los toros es porque es muy caro y acaba seleccionando los festejos que más les interesan». Reclamó de éstos más actividades para fomentar la afición entre los niños «que son los aficionados que pagarán la entrada en unos años. Pero de eso las empresas no se preocupan» porque les interesa la retabilidad a corto plazo.

Al finalizar el coloquio tuvo lugar un tentadero en la plaza de toros coyantina con vacas de Ramón Sánchez Flores.
Posteriormente una comida con productos exclusivos del toro de Lidia,cecina de toro, croquetas de toro, revuelto de toro, y guisado de toro. Todo en un comedor bajo la atenta mirada de la cabeza del toro enmaromado de Benavente del 2008.
 
 

3/06/2013

EL MILAGRO DE AZPEITIA



Usted no sabe lo que ha ocurrido en esta villa de Azpeitia en el memorable dia del 2 de agosto de 1887.No es posible que lo sepa usted porque nadie se habrá atrevido a comunicarle una noticia que todavía conceptuamos de inverosímil, increíble,fantástica, los mismos que presenciamos el milagroso portento que voy a contar a usted.La provincia de Gipuzkoa está predestinada a ser campo de leyendas taurómacas, en Tolosa fué donde Frascuelo mató un sexto toro antes del quinto, en Pasajes fue donde un cornúpeto escaló una casa y se asomó a balcón de un cuarto piso presentándose como ejemplar de toro con vistas a la calle, y en san Sebastián fué donde un bicho espirante quiso dejar sucesión, cayendo con cuernos amorosos sobre una yegua muerta y falleciendo montándola.Pués bién todo esto ha quedado oscurecido por el incomparable suceso de que fué el tatro de Azpeitia el día 2 del actual.Voy a relatárselo a usted tal como ocurrió, asegurándole a usted que no invento nada y tengo personas que abonen la exactitud de mi relato. Alla vá.
El mencionado dia 2 verificose en la plaza de toros de Azpeitia una función de la forma siguiente 2 novillos  picados y banderilleados con toda la formalidad de las pragmáticas de Pepe Hillo y muertos a estoque por 2 afcionados cochero el uno y pintor el otro, mas un novillo lidiado en libertad por los capitalistas que gustasen bajar a torearlo.El primer novillo "Formal" pasó sin novedad y halló muerte piadosa merced al distinguido cochero Pope.Salió el segundo novillo , se lió a la azpeitiana, nueva forma de torear en cuyos detalles no puedo meterme ahora y hecha la señal de la muerte suprema, salió con muleta y estoque el céleebre pintor encargado de acabar con Lázaro.Pues señor largó el pintor su brindis, se dirigió a la fiera después de torearla con frescura, y se puso el hombre a pinchar y estoquear de tal modo que no parecía sinó que el animal tenía la piel más dura que un cocodrilo, y los hálitos vitales tán vigorosos que no había medio de interesarle ningun vaso de esos que a la acorta o a la larga proporcionan a unno la credencial de cadaver.El apeles azpeitiano metió la cuarta parte de la mitad del estoque, y el estoque entero en el codillo, en las costillas, en el disfragma, en la región lumbar, en el pecho,en el bazo y en el higado del misero cornupeto sin conseguir que doblara. El animal tenía tantos pinchazos que parecía cosido de viruelas pero resistia aquella máquina de Singer como si tal cosa mientras el publico seguia ansiosamente las peripecias del drama anatómico que se ofrecía a su admiración. La fiera se aculó finalmente a un burladero, y harta de sufrir bajó la cabeza. Entonces el pintor colocó la espada en el cabello, y forcejeando como quién barrena un cantera, metió media vara de estoque en la nuca del animal que cayó patas arriba. las penosas emociones de los espectadores se trocaron entonces en gritos de entusiasmo, aplausos, y en cigarros.Todos llamaban al pintor, todos le estrechaban las manos, y él gozoso y triunfante saboreaba aquella ovación dejando ver en su fisonomia el inefable placer de que estaba poseído.Salieron las mulas, ataron al toro y partieron al galope arrastrando al cadaver.Pero de repente¡oh portento!¡oh cosa nunca vista ni oida!, el cadáver, el toro, pegó un bote, se puso de pié y apretó a correr trás las mulas, al trote largo erguido y guapo, con la cuerda medio colgando entre los cuernos, y cortando la arena como corta el agua una lancha besuguera llevada a remolque por un vapor de pesca.Cuando el muerto resucitó estaba el pintor medio vuelto de espaldas al animal recibiendo los aplausos de la concurrencia. Oyó un grito, se volvió, y vió  al toro que iba trotando tranquilamente junto a las mulas, escuchó los rumores de una inmensa carcajada, que resonó en todo el edificio, se llevó las manos a los ojos, a la cabeza, abrió los brazos y el desdichado cayó desplomado en el redondel siendo allí recogido por varios amigos y llevado a la enfermería.El efecto que la resurreccion causó en el público no puede describirse, pero mucho menos puede describirse auin el sentimiento de espanto que se ha apoderado del distinguido pintor que hoy se ocupa en trasladar al lienzo el milagro que trae locos a todos los azpeitianos.Una vez terminado el cuadro el pintor se propone colocarlo a la cabecera de la cama con el objeto de deshechar toda veleidad torera que pudiera., en lo sucesivo acometerle..El bicho ha sido muerto a balazos y la cabeza ofrecida al pintor que se ha negado a aceptarla por un exceso de delicadeza que hemos tenido que respetar todos.
fdo Un azpeitiano 3 agosto de 1887.





MONDRAGÓN TOROS Y SOKAMUTURRA







https://vimeo.com/116428741 (MINUTO 4:50)




FOTOS GOROSABET 14/08/1902

ARRASATE-MONDRAGON

Cien años sin la plaza de toros

El ruedo construido por la Sociedad Taurina de Mondragón fue demolido en el año 1912. El coso, que carecía de callejón, se había inaugurado en 1886 y tenía cabida para 2.360 localidades

15.04.12 - 01:51 -
KEPA OLIDEN | ARRASATE
el diario vasco
La plaza se derribó para construir Villa Amparo, residencia del consejero de Unión Cerrajera, Dagoberto Resusta
Tras su desaparición, las corridas prosiguieron en plazas desmontables en Goikobalu, Maala...
Sólo en 1766, año de la inauguración del actual edificio consistorial, se lidiaron catorce toros
El presente año 2012 se cumplen cien años de la desaparición de la plaza toros de Mondragón. El primer y único coso taurino de la localidad fue demolido en 1912 para dejar paso a la construcción de la residencia del consejero de Unión Cerrajera Dagoberto Resusta, vivienda que fue bautizada con el nombre de Villa Amparo. Resusta fue asesinado junto con Marcelino Oreja en la insurrección socialista de octubre de 1934, y su casa se demolió en 1982 para edificar el bloque de viviendas que aún hoy se conoce popularmente como Villa Amparo. Los vecinos en este inmueble hacen honor al pasado taurino de este lugar, decorando su portal con una de las contadas reproducciones que se conservan de la histórica plaza de toros.
El ruedo arrasatearra tuvo una corta vida pero su construcción representó el momento culminante en la inveterada afición taurina mondragonesa. El desaparecido historiador José Letona fechaba el 17 de septiembre de 1885 la celebración de una sesión plenaria en que el Ayuntamiento estudiaba la instancia suscrita por don Ricardo Añíbarro, como presidente de la recién constituida Sociedad Taurina de Mondragón, para construir por cuenta de la misma una plaza de toros. Se proponían organizar corridas y otros espectáculos que pudieran llamar la atención del vecindario y de los muchos bañistas que frecuentaban los aristocráticos balnearios tan en boga por aquel entonces.
El Ayuntamiento no se opuso a la generosa propuesta de esta sociedad privada dispuesta a levantar una plaza de toros en la villa.
Fue así como el 25 de junio de 1886 quedaba inaugurado este ruedo construido de mampostería, cantería y madera, y que constaba de tendidos y un piso compuesto de palcos abalconados, muy típicos y bonitos, según testimonios recogidos por Letona, y con capacidad para 2.360 localidades. La plaza, sin embargo, carecía de callejón.
Su última corrida tendría lugar el 29 de junio de 1912 tras 26 años de vida «entusiasta pero dificultosa», en palabras del desaparecido historiador José María Uranga. Este constataba que la única cogida registrada en ella fue la sufrida por el banderillero madrileño Ulpiano Rebuelta 'Melaero' el 2 de junio de 1890.
La trayectoria del ruedo arrasatearra tuvo sus altibajos. «Durante algunos años hubo que suspender las novilladas por San Juan a causa del mal tiempo y la escasez de público. En 1897 ni se programaron por falta de confianza en ambos. En cambio, ese mismo año se celebraron los días 22 y 25 de julio por mayor seguridad meteorológica y, sobre todo, por la concurrencia de los bañistas de los balnearios de Santa Águeda y Aretxabaleta. Algunos años hubo novilladas incluso por Andramaris».
Pero la pasión taurina de los mondragoneses no comenzó con la inauguración de esta plaza de toros, ni terminaría con su demolición.
Uranga se remontaba muchos siglos atrás para documentar los primeros espectáculos taurinos de los que se guarda memoria escrita en Mondragón. Estos se registran ya en 1527 con ocasión del nacimiento del rey Felipe II. También las fiestas de San Juan de 1631 y 1634.
De los 'sanjuanes' de 1661 quedaron para la posteridad unos 'autos' criminales sucedidos tras haberse corrido el toro y, al ser conducido después al matadero, dos aficionados, «sacando sus espadas, le dieron unos sablazos al toro, lo cual originó una gran pendencia entre varios caballeros, cruzándose entre sí varias estocadas y resultando malparado un tal Martín de Zelaa, con algunas heridas en la cara. Este reaccionó en estado nervioso y le dio una estocada en el pescuezo a Pedro de Zenica y Oquendo, matándolo en el acto. Martín se escondió en un zaguán, y Juan, hermano del difunto Pedro, le encontró y se lanzó contra Martín. Pero pudieron ser sujetados por otras personas. Siguió en el pueblo una gran pendencia entre parientes y amigos de ambos, a la que siguió un largo juicio.
El suceso recogido por Uranga se inscribe dentro de una larga historia taurina que continuaría en años sucesivos con acontecimientos más o menos sonados. Uno de los ejercicios más reseñables fue el de 1766, año de la inauguración del nuevo edificio consistorial. Esta celebración, junto con la apertura de la calzada para coches en el camino real y las fiestas de San Juan, sumaron hasta 14 toros de muerte lidiados en la misma plaza del Ayuntamiento, que era donde normalmente se celebraban los festejos.
Novilladas hasta 1957
Tras las desaparición de la plaza de toros en 1912, los espectáculos taurinos continuarían celebrándose en ruedos desmontables instalados en distintos lugares de la villa. La explanada de Goikobalu, sobre Santa Bárbara, el ya desaparecido campo de fútbol de Maala, Garibai, Zaldispe, Ziarrola y, en los últimos años, en Laubide, han sido escenario de eventos tauromáquicos que hace tiempo dejaron de ser cruentos para las reses. La última serie de novilladas como tal, apuntaba Uranga, se celebraron en Ziarrola en los 'sanjuanes' de 1957.
Hasta entonces, la lidia acababa normalmente con la muerte del toro. Entre las novilladas más memorables, Uranga destacaba las organizadas en 1942 por Jesús Yurre Galarza, que trajo a Arrasate a los toreros más importantes de la época como Fuentes, Minuto...
Algunos años después, César González, con ocasión de las últimas novilladas celebradas en 1957 en Ziarrola, «cortó una oreja del primero y dos orejas y rabo del segundo» en la corrida del 24 de junio. Ese mismo día el chiclanero, Diego Oliva se llevaba una oreja en el primero y el rabo en el segundo». Al día siguiente, domingo 25, los cuatro novillos «fueron muy malos, y los novilleros 'Ariscal' de Sevilla, y Corredor, de Salamanca, estuvieron a juego con sus enemigos», según Uranga. La tercera, ante la poca aceptación del público, hubo de ser suspendida cuando eran de participar la rejoneadora Ángela y el novillero Antonio Segovia.
Así se cerraba en Mondragón el capítulo tauromáquico de las corridas de toros, cuya celebración es actualmente objeto de un encendido debate social.
El maestro Arano, en un bar
También el admirado maestro Arano se ha ganado un lugar en el anecdotario taurino local. El insigne pedagogo de las Escuelas Viteri, fallecido en 1929, tenía a gala no pisar nunca una taberna. José María Uranga contaba que el famoso maestro «pasó su vida sin entrar en un bar». Pero no pudo aguantar un mediodía de San Juan sin entrar en el bar de Txanpon, aunque no precisamente con intención de tomar una consumición. En la venta de la parte de arriba de este estratégico establecimiento, por la parte de la calle del Medio, instalaron un puesto de venta de entradas para las novilladas, como era costumbre. Pero en el cartel anunciador se leía 'Benta de villetes'. Como buen maestro y responsable de la instrucción y la cultura, don Félix Arano se sintió afrentado y, con discreción, dirigiéndose a los de la mesa les hizo corregir el error».
Una casa más arriba se hallaba el rimbombante Hotel du Palais donde se alojaban tanto los toreros como los que venían a animar las fiestas. Por lo demás, la elite local se reunía en el Café Universal frente a la plaza del Ayuntamiento.


12/11/2012

TOROS Y SOKAMUTURRA EN BERMEO



Por la recuperación de los festejos taurinos en Bermeo.
Esta serie de fotografías de los años 60 son parte del fondo Hilario Aurtenexe propiedad del archivo municipal del ayuntamiento de Bermeo (su difusion sin este epigrafe pude ser motivo de sanción).
1961 hemeroteca El Correo














estas son de los años 80 




"EL CHIQUITO ES GRANDE" VICTORIO DE ANASAGASTI 1916


http://lmentala.net/admin/archivosboletin/programas_fiestas_Bermeo_1975_99_b.pdf

Villa hay en Vizcaya, y de las más antiguas, que todos los sábados del año corria novillos o vaquillas por sus calles, plazas y paseos, ya enmaromados, ya sueltos; y no se si aún conserva esa costumbre:creo que sí, por lo menos la ha mantenido hasta hace pocos años.De todas las poblaciones vascas, descontando claro está a las capitales, Bermeo, la antigua capital del señorío fué la más aficionada al espectáculo taurino;
Tuvo Bermeo en su recinto cinco plazas de madera.La primera se construyó al oeste de la villa en terrenos de la Ribera, en lo que hoy es el huerto de los Franciscanos. En esta plaza trabajó el matador de toros Zaracondegui por los años 1737 a 1742, con su cuadrilla de navarros. Destruída por un incendio se construyó otra al norte de la vetusta población en 1750, en la explanada que existe a espaldas de las escuelas municipales de la Atalaya, y la inauguró el navarro José Leguregi, El Pamplonés, que en su cuadrilla llevaba al famoso guipuzcuano Martín Barcáiztegui, Martincho.
Este y el espada sevillano Diego del Alamo trabajaron juntos el dia de San Pedro de 1773, y en 1785 se dieron las ultimas corridas, porque el estado ruinoso en que se hallaba la plaza, no permitía la celebración de espectáculos públicos.
Desde esta fecha hasta mediados del siglo XIX no tuvo plaza de toros Bermeo, pero unas veces se utilizó la Plaza de San Francisco, vulgarmente llamada El Portal; Otras La Plaza de la Constitución, y El Puerto, para correr novillos por profesionales, y cuando no, sueltos o ensogados por el público.
En el Portal actuó en 1816 Antonio Ituarte conocido como el Zapaterillo de Deva, dejando grato recuerdo por su valentía y su arte, Ituarte es torero de más valor y más arte que Romero...cantaba el pueblo, con otras coplas graciosas pero enrevesadas, que aquí no podemos transcribir, por estar compuedtas de voces vascas y castellanas.
A mediados del siglo XIX, y en terrenos próximos a los que ocupó la anterior, se levantó otra, mejor construída y capaz para 6000 almas, que la estrenó Cuchares el 24 de Junio de 1856.En esta plaza sufrió grave cornada en 1868 Antonio Perez Ostión, que actuaba de matador de novillos y que el año anterior trabajó de banderillero en la misma plaza que el matador de toros Domingo Mendivil, de Durango. 30 años después y también en la Atalaya pero más al norte y en lo que hoy es la dependencia del manicomio provincial, se edificó otra, por la que desfilaron los novilleros Joseito, El Templao, de Zaragoza, El Alavés, El Manchao etc, y Joseito sufrió una grave cornada en 1894.Funcionó poco tiempo esta plaza hasta que en 1894 se levantó otra en La Ribera camino de la Albóniga, se corrieron toretes sueltos en el puerto y enmaromados en el centro de la poblacion.
Los novillos en el puerto tenían una nota típica de color, semejante a la que ofrecía Bilbao en su plaza vieja.Desde las casas que están en la falda de Gaztelu, hasta la de Erramona Porrota, las muchas que están dispuestas en un arco semejante al de una C, todas se hallaban engalanadas y ocupadas por el pueblo, que ansioso de ver salir al novillo de la tierra, dirigía sus miradas a la casa de la cofradía de pescadores, en una de cuyas bodegas se les enchiqueraba.No pequeña parte de la población presenciaba enbarcada el espectáculo; y en lanchas también se colocaban la Banda Municipal y el tamboril.Yo recuerdo haber visto dominguillos y pantomimas que el público reía gozoso, y a Juan Arro y a  Damelamano (a quién gustaban más los amaiketacos de Sebastiana y la sopa de ajo de Sotera que el cocido casero), pagar con volteretas sus atrevimientos.


Un dia el entonces joven José Hormaza, vestido de blanco y con sombrero americano, quiso asombrar al pueblo con arrojo, y saltó al palenque; más una vez en él, debió faltarle valor para emular a Cúchares, y nada intentó, como no fuese el experimento de Tancredo; que el pavor no le dejó moverse. Fijóse en él el novillo y allá se le fue rápido como centella:Hormaza no tuvo donde refugiarse y entre perecer ahogado o perecer entre los afilados cuernos del animal, optó por lo primero, tirándose de cabeza al agua...El pueblo, en recuerdo de la cómica escena, que hoy todavía no la olvida, bautizó al heroe con el nombre de Saltalamar, que disgustaba tanto a Hormaza como el de Desperdicios a Manuel Dominguez.


Otro año, uno al que el vino le hizo sentirse torero y al que se le conocía por Desondraviscaya-sin duda por bueno-, fue alcanzado y y volteado por un toro, que como  el amoniaco, le quitó la borrachera y hasta el vicio!-según se decía.

Cuéntase que un novillo, persiguiendo a un valiente, subió las escaleras de una casucha de pescadores, y llegando al primer piso, penetró, dispersando a los muchos que allí se encontraban y que hallaron refugio debajo de las camas, encima de los muebles, en la chimenea de la cocina, en la carbonera, en el retrete... pero el toro corrió derecho al balcón, despues de haber destrozado un espejo, en que viéndose reflejado, se figuraria hallar ante un hermano...Otros cayeron al agua y a nado salieron del puerto, abriendose camino entre los potines, traineras y baidacos que formaban el tendido flotante, y ocasionando no pocos sutos y desmayos.
Mundaka, la población más proxima a Bermeo que como ésta festeja el príncipe de los apóstoles organizó en 1892, y 1893 unas novilladas en las que vi actuar al entonces matador de novillos Nicanor Villa Villita; a Bóman, a los hermanos Calle, al riojano Guillén, a Ramon Rovira...






Bermeo no quiso ser menos que Mundaka y en 1894, como antes decimos, y bajo la direccion de D.Gregorio Arriola, levantó la última y la mejor de las plazas que tuvo.La inauguró Julio Aparici Fabrilo, en 29 de junio, despachando dos medias corridas de Clairac, y otra idem de Tabernero, quedando muy bien. En igual fecha de años sucesivos, trabajaron Fuentes y Bonarillo, y pasaron por ella Cocherito de Murcia, Ramon Rovira, Naranjito, El Segoviano, Pella, Regaterín, Chato de Zaragoza, Alcañiz y Cocherito de Bilbao.
Guernica tuvo 2 plazas de toros por esos mismos años en la primera torearon Mancheguito, Litri Pepeillo etcetera, y en la segunda sólo el espada Minuto, que trabajó en 2 corridas, una de Teodoro valle y otra de Saltillo, en la que salio lastimado en un brazo.

 Esto es lo que queda del Bermeo taurino, un lugar para despedidas en lo alto del monte de Sollube.El eje Bermeo Gernika Lekeitio Ondarroa no celebra un solo espectáculo taurino salvo alguna sokamuturra infantil esporádica lo que representa una auténtica vergüenza con la historia taurina que tienen estas localidades sobre todo en cuanto a festejos populares.