Quien conozca la Calle Caveda de Gijón donde apenas entra la luz del sol rodeada de edificios por todos los lados , donde solo hay coches y cagadas de gaviotas se dará cuenta del arte que puso el torero gijones Julio Gutierrez para apodarse el Cavedeño, y de la libertad que tenia que experimentar al salir de su oficina de Electrogás, para ponerse delante de las vaquillas.Aunque no llegara a novillero con caballos ni torero de alternativa hizo mucho por la fiesta de los toros y por eso va este reconocimiento. Crear una empresa y un espectáculo para dar vaquillas por los pueblos asturianos solo está al alcance de un soñador como él, en una tierra como la asturiana no muy dada a ello.Toreó de manera seria en becerradas en 1978 en Mieres,y saltó como espontaneo en un becerro para aficionados en Candás que soltaron después de la corrida marinera de ese año.En 1982 organiza una suelta de vaquillas en la plaza del Bibio y crea una empresa para organizar festejos por los pueblos junto a Julio Reyes.
Localidades como Tremañes, San Juán de la Pedrera,San Andrés de los Estacones, Jove en Gijón, El Valle (Carreño), Valliniello(Avilés)...entre otras muchas que estoy documentando vivieron su espectáculo de vaquillas.
Una enfermedad repentina se lo llevó de manera temprana, un brindis por El Cavedeño.