Noticia de elrefugiodejavi.blogspot.com
En el año 1956, una de las atracciones de las fiestas, era la gran becerrada, donde se construía una plaza de toros y se lidiaban, banderilleaban y se mataban a estoque.
Los maestros hacían el paseíllo y eran aclamados, y vitoreados por la multitud de público que se encontraba en la plaza, a esperas de que sus ídolos hicieran una buena faena rematando las reses con el estoque.
En aquellos años los toreros no tenían el problema de hacerlo mal, y que el público les tirara las famosas almohadillas, ya que cuando los organizadores hacían la plaza, bastante tenían con poder poner tablas y tablones para que las personas que asistieran al evento se pudieran sentar y observar el espectáculo. O al menos eso es lo que parece, y se puede ver en las fotos.
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