I. PELÁEZ El suspense con el nuevo pliego de condiciones para la celebración de espectáculos taurinos en El Bibio lleva a los aficionados gijoneses a emprender entre toros, capotes y muletas para hacer más corta la espera hasta la próxima Feria de Begoña. La Peña Gijona celebró el viernes un coloquio con el matador de toros Iván Abásolo (Orduña, Vizcaya, 1983) que tras recibir la alternativa hace dos temporadas de manos de su paisano Iván Fandiño busca abrirse camino en las principales ferias españolas.
Tras compartir experiencias con aficionados, el matador de toros vasco se despertó ayer con la intención de dar unos capotazos en un lugar emblemático de la ciudad. El día soleado favoreció que Iván Abásolo cogiera los trastos de torear para subirse al cerro Santa Catalina y entre el mar y el "Elogio del horizonte", la emblemática escultura de Chillida, se dispuso a dar unos pases con el capote acompañado por su primo y banderillero Nahum Moreno. "Es un lugar digno de ver, me he sentido querido y arropado en Gijón. Es un paraje incomparable para torear", aseguró Abásolo.
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