11/18/2013

PLAZA DE TOROS DE OVIEDO (LA HISTORIA SE REPITE)


¿Cuando se rehabilitará la plaza como multiusos con uso taurino?.¿Cuando volveremos a ver toros en Oviedo? Los taurinos no nos rendimos fácilmente.Cuando comenzó la era digital no había ni una sola foto de los toros en Oviedo en la web, como si se los hubiera tragado la tierra.Con este granito de arena cualquiera puede echar un vistazo rapido y darse cuenta de la importancia de la fiesta de los toros en Oviedo.

















                                                   Don Julián Cañedo, aristócrata,torero, y gran
                                                    baluarte de la afición asturiana.

                                               Felipe Zapico novillero leonés que actuo muchas
                                       veces en Asturias ,banderillero,empresario,locutor












































Las otras plazas sin toros


La plaza de toros de Léon también fué fruto de la especulación como la de Oviedo pero sobrevivió se cubrió y actualmente goza de buena salud.



El Comercio 05/05/2014

Solo 26 cosos taurinos son bien de interés cultural. En dos de ellas, se retiró para facilitar intervenciones integrales. La de Oviedo espera la decisión este mes del consejo de Patrimonio 


En Asturias, hay 212 elementos patrimoniales declarados Bien de Interés Cultural. Dos de ellos, laS plazas de toros de Oviedo y Gijón, son parte de las únicas 26 que gozan del máximo nivel de protección en toda España. Son, además, una excepción geográfica: los únicos cosos taurinos del norte del país en la lista. Detrás, dos historias muy distintas. El Bibio es un edificio vivo, en buen estado, que acoge la lidia por Begoña y otros eventos, conciertos o ferias, a lo largo del año. Buenavista lleva cerrada siete años. Y reabrirla, como pretende el Ayuntamiento, no es sencillo. El graderío alto, reconstruido en 1951, está en pésimas condiciones, el edificio incumple la normativa de seguridad o evacuación y sus servicios son muy deficientes. Cualquier intervención, sin embargo, está condicionada por pertenecer a esa lista de elementos que por su «interés artístico, histórico, paleontológico, etnográfico, científico o técnico», dice la Ley de Patrimonio, han «sido declarados» BIC. Patrimonio debe decidir el día 9 si la borra para permitir la intervención en profundidad que plantea el Ayuntamiento. En Asturias nunca se ha quitado un BIC. Entre las 26 plazas de toros, hay dos precedentes.

La mayor parte de las plazas de toros históricas de España se construyeron en unas pocas décadas felices a caballo entre los siglos XIX y XX. 'Frascuelo' y 'Lagartijo' inauguraron el coso de Buenavista en 1889. Gijón vio su primera lidia en un año antes, el mismo año que Almería o Almendralejo y diez años arriba o abajo están casi todas. El toreo a pie, la lidia 'moderna' es cosa del XVIII. Antes, los toros se alanceaban, como dicen las crónicas catedralicias que hizo el Cid en 1075 durante festejos por la visita de Alfonso VI a Oviedo y la apertura del Arca Santa. Las plazas, del XIX. Son un signo del surgimiento de una clase burguesa e industrial que demandaba nuevos modos de entretenimiento.
En el salto del XX al XXI, muchas plazas de toros han sufrido importantes intervenciones para adaptarlas a nuevos usos como recintos polivalentes, deportivos o feriales. No menos de 21 cosos taurinos han sido remodelados o reconstruidos en lo que llevamos de siglo. Una lista en la que siempre se cita la 'cubierta' de Leganés, pero que incluye plazas históricas como la de Zaragoza, Valladolid, Coruña o Pontevedra, todas cubiertas entre el 2000 y la actualidad. En tres casos, además de la localidad madrileña, las intervenciones supusieron el derribo del coso decimonónico y una reconstrucción moderna. Así fue en Vitoria, donde el Iradier Arena sustituyó el coso después de 126 años; Logroño o en el coso de Vistalegre en el castizo barrio de Carabanchel.
Pero ninguno de estos casos había sido declarado «por la autoridad competente» bien de interés cultural. En la lista de 26 arenas de lidia protegidas que recoge el Ministerio de Cultura hay dos excepciones. Dos edificios protegidos, como las de Oviedo o Gijón, en los que la comunidad autónoma dio marcha atrás para permitir intervenciones en profundidad. Son dos casos, además, contrapuestos. Dos ejemplos de los caminos por los que puede optar Patrimonio para decidir el futuro de la plaza de toros de la ciudad. Cara o cruz.
Toro y Las Arenas
La plaza de toros de Toro escapa a las generalizaciones sobre estos edificios. Construida en 1828, es uno los cosos taurinos más antiguos de España, que además no sufrió intervenciones de importancia a lo largo de su historia. Escapó a la arquitectura del hierro y las intervenciones neomudéjares que se dieron a otros cosos en el cambio de siglo, pero no a una larga etapa de decadencia. En manos, privadas su protección como un ejemplo arquitectónico de estructura y soporte en madera y adobe amenazaba ruina. El municipio la adquirió en el año 2000 para recuperarla. Con el expediente BIC incoado, la comunidad permitió una reconstrucción completa y minuciosa iniciada ese mismo año y que recuperó el aspecto y materiales originales.
En el extremo opuesto está la segunda plaza de Barcelona: Las Arenas. El banquero Josep Marsans y Rof invirtió, en 1899, 1.650.000 pesetas en la compra de los terrenos situados en un nuevo eje de centralidad de la ciudad, la futura plaza España, y la construcción del coso, inaugurado un año más tarde.
En 1977, dejaron de celebrarse corridas, pero siguió acogiendo conciertos y espectáculos. Una década más tarde, con la ciudad a las puertas de los Juegos Olímpicos del 92, su futuro se convirtió en el centro de una disputa entre el Ayuntamiento del socialista Pascual Maragall y la Generalitat del convergente y 'molt honorable', Jordi Puyol. La Fira (la feria de la ciudad, controlada por el segundo) pretendió la adquisición de la plaza para ampliar sus instalaciones y construir un aparcamiento. Enfrente, el Ayuntamiento intentó expropiarla y alentó una campaña por su conservación, en la que se barajaron usos como casino. El coso ni siquiera estaba incluido en el catálogo municipal y los intentos de conseguir una declaración del edificio como Bien de interés cultural chocaron, relata el arquitecto Antonio González Moreno-Navarro, con la reticencia de la Generalitat por «el hecho de tratarse de una plaza de toros» y «por su estilo arquitectónico».
Pero también con que era privada y que su protección podía dar lugar a indemnizaciones. Solo cuando el Ayuntamiento la expropió en 1988, la incluyó en el catálogo pero a su vez alentó a los que pedían su conservación. Un colectivo solicitó su catalogación como BIC y ante el rechazo de la Generalitat, acudió a los tribunales. El Supremo les dio la razón de forma parcial mandando conservar íntegra la fachada. La solución final, tras la venta a una empresa privada, es un centro comercial de 44.000 metros que conserva los muros neomudéjares de la plaza. Eso sí, desmontados y elevados sobre pórticos.
Son dos caminos distintos para recuperar una plaza de toros. Por uno de ellos deberá optar Patrimonio. Si levanta la protección, el Ayuntamiento impulsará su plan director, que en varias fases, prevé derribar y reconstruir el graderío ruinoso y una cubierta desmontable y, más adelante, ampliar el aforo y la polivalencia del recinto. Si lo rechaza, advierte un técnico, probablemente no habrá otra oportunidad: «Empezará otro mandato con otras prioridades». Algo nuevo ocupará los carteles.





foto del blog arquitectura de oviedo

Vecinos de El Cristo apuestan por descatalogar la plaza de toros

Creen que la oportunidad debe servir para hacer «algo grandioso, como un music hall que marque un cambio» y que sirva para albergar grandes actos 

22.04.14 - 00:19 - 

Dentro de unas semanas el Consejo de Patrimonio tomará una decisión que afectará de forma sustancial al futuro de la plaza de toros. Debe decantarse por la descatalogación del coso como Bien de Interés Cultural (BIC) o por el contrario, por mantener la protección que obligaría a planear una rehabilitación integral del edificio. Porque lo que está claro es que el inmueble está en un lamentable estado de conservación, en parte por su pésima calidad constructiva.
Los vecinos de El Cristo y Buenavista califican la plaza de toros como «una ruina inservible, con unas cimientos que flaquean y un subsuelo que deja poco margen de actuación», comenta el presidente del colectivo vecinal, Ramón del Fresno. Por eso apuestan por una descatalogación del coso que permita abarcar un proyecto ambicioso. «Rehabilitar esto requiere una reforma integral muy costosa, que además no va a permitir el máximo aprovechamiento. No será sostenible para todo tipo de eventos», razona.


Tampoco le convence la idea de que sea un recinto polivalente. Lo que los vecinos pretenden es que se convierta en un referente, «que no sea un sucedáneo de la plaza de Trascorrales. No nos parece adecuado que la plaza se convierta en un recinto expositivo. Lo que necesitamos en la ciudad es un recinto específico para cada evento», subraya Del Fresno. Pone como ejemplo el teatro Campaomor, sede indiscutible de la Ópera de Oviedo, o el Auditorio Príncipe Felipe, donde se celebran los conciertos de música de cámara. Eso es lo que debemos buscar aquí, «algo ambicioso que marque la diferencia». Proponen un 'music hall', «un gran recinto de referencia para conciertos, porque en la ciudad no existe un espacio para los grandes conciertos de música rock o músicas más actuales», razona el presidente del colectivo vecinal. Es la clara alternativa, según su visión, «a la carpa que hay que instalar en el aparcamiento del Carlos Tartiere para los conciertos de San Mateo».
La asociación de vecinos quiere que esta oportunidad «no se desaproveche, por eso reclaman un proyecto concreto y que no se haga un tutifruti lleno de inconcreciones y hay que tener en cuenta que en el entorno próximo a la plaza de toros también es necesaria la duplicación de carriles y ordenación del tráfico».



El Consejo de Patrimonio analizará los informes encargados a varios expertos. Alguno de ellos, como informó EL COMERCIO, es contrario a la descatalogación pues considera la decisión un precedente peligroso. Por el contrario, el Ayuntamiento aguarda a que el coso sea el primer edificio descatalogado, decisión que permitiría transformarlo en un centro con capacidad para 10.000 espectadores. En todo caso la intervención en la plaza, construida en apenas seis meses en 1889, es necesaria. «Es una de las piezas del puzzle que queda por montar con el traslado del HUCA. En todo caso no admitiremos una operación urbanística», advierten los vecinos.
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la Nueva España 28/11/2013




El Ayuntamiento de Oviedo acaba de enviar al servicio regional de Patrimonio una solicitud para que se le retire la declaración de bien de interés cultural (BIC) a la plaza de toros de Buenavista. La propuesta del equipo de gobierno municipal llega después de que la Permanente del Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias rechazara el plan director para rehabilitar el coso taurino ovetense, precisamente por estar catalogado como BIC. Patrimonio aplaudió el plan director del arquitecto Ignacio Ruiz Allén, recalcó "el acierto en su contenido" y lo "razonable" de sus propuestas de actuación, pero resolvió que resultaba imposible permitir una intervención en el conjunto del calado de la que allí se planteaba mientras el edificio estuviera catalogado como BIC.

No obstante, desde los propios servicios de Patrimonio se indicó que la puerta para solicitar la descatalogación de la plaza de toros estaba abierta y que el Principado consideraba, en principio, una idea razonable que el coso de Buenavista no tuviera BIC. El procedimiento para descatalogar un inmueble está previsto en la ley de Patrimonio Cultural de Asturias de 2001, aunque hasta ahora nadie lo había solicitado nunca. Es en este contexto en el que el Ayuntamiento solicita ahora a Patrimonio que incoe expediente de retirada del BIC, con la esperanza de que su solicitud llegue a tiempo para el pleno de Patrimonio del 2 de diciembre, el segundo de este 2013. Si logra entrar en esta convocatoria, el expediente podría analizarse a lo largo de los primeros meses de 2014 y quizás estar listo para una resolución entre los meses de abril y mayo. Si la respuesta es favorable a la retirada del BIC, el plan director de la plaza de toros podría activarse casi de forma inmediata.

El Ayuntamiento acaba de aprobar la solicitud que elevará a Patrimonio, pero no se limita a requerir que se incoe expediente y acompaña la petición de sendos informes del arquitecto redactor del plan director y del arquitecto municipal, Manuel Suárez-Lledó Alemany.

En este segundo documento el arquitecto responsable de planeamiento y gestión urbanística aconseja reducir el nivel de protección "de modo que sean posibles los objetivos propuestos y simultáneamente la conservación de aquellas partes de la plaza de toros que permitan mantener su testimonio histórico". Suárez-Lledó destaca que la intención del Ayuntamiento es "convertir la plaza en un recinto de actividades múltiples, incrementando notablemente su aforo y adaptándolo a las actuales exigencias de confort y accesibilidad".



Además, su informe destaca también, para tranquilidad de los aficionados taurinos, que habían mostrado cierta inquietud por la desaparición de los establos en el proyecto del plan director, que "para preservar un hipotético uso futuro para" esta actividad "sería preciso mantener o reubicar determinados espacios indispensables para tal uso".

Tanto el arquitecto municipal como el responsable del plan director concluyen que la categoría de protección que mejor encaja con la de la plaza de toros es la parcial 3 (P3). En su informe, Ignacio Ruiz Allén expone que la catalogación de la plaza de toros como BIC "va en perjuicio de sus posibilidades de uso, comprometiendo seriamente su viabilidad tanto presente como futura". Por ello, junto a Suárez-Lledó, también recomienda que la "protección más adecuada" es la P3. Esta catalogación, razona, "sólo debería afectar al recinto principal, excluyendo los edificios auxiliares y las zonas verdes del resto de la parcela en la que se ubica". La protección P3, que exige la conservación de la fachada y permite la reparación, restauración, rehabilitación y reforma, está pensada para "edificios que por sus valores contribuyen a la conformación del ambiente urbano".



La reforma del coso de Buenavista

Informe de Manuel Suárez-Lledó. Arquitecto responsable de planeamiento y gestión urbanística

"Siendo la intención municipal la de convertir la plaza de toros en un recinto de actividades múltiples, incrementando notablemente su aforo y adaptando el recinto a las actuales exigencias de confort y accesibilidad, y no siendo ello compatible con el actual nivel de protección, parece aconsejable la reducción de tal nivel de protección de modo que sean posibles los objetivos propuestos y simultáneamente la conservación de aquellas partes de la plaza de toros que permitan mantener su testimonio histórico. El nivel adecuado para tales fines sería el de protección parcial P3.

"Conviene advertir que para preservar un hipotético uso futuro para espectáculos taurinos sería preciso mantener o reubicar determinados espacios indispensables para tal uso, según el reglamento de espectáculos taurinos".

Informe de Ignacio Ruiz Allén. Arquitecto responsable del plan director del coso

"La catalogación como bien de interés cultural del inmueble va en perjuicio de su posibilidad de utilización, comprometiendo seriamente su viabilidad tanto presente como futura.

"El instrumento de protección más adecuado para garantizar una intervención con arreglo a la normativa vigente y de acuerdo con las necesidades actuales (...) sería la parcial P3. En esta categoría se exige la conservación de la fachada y están permitidas la conservación, reparación, restauración, rehabilitación y reforma"



FOTOS AGENCIA EFE

DIARIO EL COMERCIO 28/11/2013

En una sesión urgente, tanto que fue convocada sobre la marcha, según se levantaba la sesión del Pleno, la junta de gobierno local acordó ayer solicitar al Consejo de Patrimonio la descatalogación como Bien de Interés Cultural de la plaza de toros, con el fin de presentar de nuevo el plan director para recuperar el recinto, rechazado por el Principado hace 15 días. Con la aprobación de ayer se inicia un trámite nuevo en Asturias: nunca se había pedido la desprotección de un conjunto declarado Bien de Interés Cultural. Ese es, sin embargo, el camino que indicó el Gobierno regional al Ayuntamiento, tras el enfado del equipo de gobierno por el rechazo al proyecto, justificado por «no resultar compatible» con su catalogación BIC.
El Consistorio entendía que, al menos, la primera fase, que prevé la consolidación de la estructura y el desmontaje del graderío alto, un añadido de los años 50 del pasado siglo y que se encuenrra en estado ruinoso, era compatible. Esa primera parte del plan director, además, permitía poner en uso el recinto, aunque con un aforo reducido a unas 6.000 personas.
El coso de Buenavista está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1982, a instancias entonces del Ministerio de Cultura. El Catálogo Municipal le reserva también el mayor grado de protección, Integral Monumental, que se extiende como en el caso del BIC a toda la parcela. Para permitir la intervención que pretende el equipo de gobierno, el Ayuntamiento debe solicitar de forma argumentada su desprotección, como hizo ayer y recibir el visto bueno del pleno del Consejo de Patrimonio. El organismo se reúne solo dos veces al año, lo que motivó las prisas municipales de ayer. La próxima reunión está fijada para el día 2 de diciembre.
A partir de ahí el procedimiento es idéntico al que se sigue para proteger un elemento cultural, pero con el objetivo contrario. El Pleno de Patrimonio, si lo acepta, incoará un expediente (el primero de este tipo que se hace) para descatalogar la plaza de toros y solicitará informes a los organismos que habitualmente colaboran con Patrimonio. Si estos fueran diligentes y, además, valorasen en sentido positivo la propuesta municipal, el Consejo de Gobierno abriría un periodo de información pública, que de superarse sin sobresaltos, concluiría con la desprotección de la plaza. No sería necesario, en cambio, modificar el Catálogo Municipal, porque la ficha ya prevé una posible restructuración total previo informe favorable de la Consejería de Cultura.



¿Para qué?
Enfados y trámites burocráticos al margen, detrás está un edificio más que centenario, cerrado por ruina parcial y sin uso desde 2007. El alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, encargó el año pasado al estudio de arquitectura Zon-e (del ovetense Ignacio Ruiz Latierro) la elaboración de un plan director para poner en uso el edificio como recinto polivalente para conciertos, ferias, eventos e, incluso, usos deportivos.
El plan director de la plaza de toros prevé transformar y recuperar el edificio en cuatro fases. El primer objetivo es detener el deterioro del coso de forma radical: demoliendo el problemático, desde hace más de medio siglo, y ruinoso graderío alto. Esto dejaría el aforo reducido a la mitad y un anillo alrededor del tendido de unos siete metros ancho, destinado para público de pie o espacios expositivos. El entorno de la plaza se despejaría con el derribo de los edificios auxiliares, como la casa de veterinarios, los corrales y patios anexos.
Los trabajos continuarían con la construcción de una cubierta, apoyada sobre una estructura metálica independiente en previsión de que, cuando en la cuarta y última fase, se reconstruya un nuevo graderío, puede ser desmontada y vuelta a colocar después. La segunda fase prevé abrir un amplio acceso bajo el coso, que daría entrada a un vestíbulo de nueva construcción con 2.600. En una tercera, el plan director de Zon-e levantaría una plataforma volada y cubierta, una pasarela que uniría la parte trasera de la plaza, lo que ahora es el aparcamiento de la ciudad sanitaria, con el nivel de Fuertes Acevedo, creando un segundo acceso al recinto.




Cultura rechaza el plan de la plaza de toros por alterar su arquitectura histórica

El Ayuntamiento acusa al Principado de "dar un portazo en las narices" y de poner "una zancadilla al progreso" de la ciudad por paralizar la rehabilitación del coso de Buenavista

16.11.2013  Pablo Gonzalez. La Nueva España.




La decisión del Principado ha encendido los ánimos del equipo de gobierno que lidera el alcalde Agustín Iglesias Caunedo (PP). Fuentes del gobierno local aseguraron, entre otras cosas, que la decisión del Principado supone "un portazo en las narices de los ovetenses" y una "zancadilla al progreso de Oviedo".

El principal problema se centra en que la Comisión de Patrimonio entiende que el plan "no resulta compatible" con la declaración de bien de interés cultural (BIC) de la plaza de toros, que data del 29 de junio de 2009. Los expertos en patrimonio del Principado creen que la idea diseñada por el arquitecto Ignacio Ruiz Allén alteraría "las características tipológicas de ordenación espacial, volumétricas y morfológicas" hasta el punto "de enmascararlo en una volumetría irreconocible, en la que se plantean espacios totalmente ajenos a la tipología de la plaza de toros". En este caso la Comisión apunta al deambulatorio exterior cerrado previsto para modernizar el inmueble o el recrecimiento "desmedido de las gradas". El dictamen de la Comisión resalta que el plan director tampoco es compatible con la protección que tiene el entorno de la plaza "al plantearse la alteración del carácter arquitectónico y paisajístico del área, planteándose movimientos de tierras que conllevan alteración grave de la morfología y la topografía del territorio".

De todas formas, el informe de Patrimonio destaca "el acierto" del contenido del proyecto de Ruiz Allén en cuanto a varios aspectos, como son "las deficiencias funcionales que presenta el conjunto a nivel urbano" y la necesidad "de una mejora en la ordenación de los espacios exteriores basada en criterios paisajísticos".

La Comisión también entiende que "podría resultar razonable" el plan para demoler algunos elementos estructurales dañados que no forman parte de la construcción original de 1889 y su posterior reconstrucción.



Pero este guiño a la idea no ha servido para calmar al equipo de gobierno, que el pasado martes, y en boca del propio Iglesias Caunedo, urgió a Cultura a dar luz verde al plan para la construcción de un recinto ferial en la plaza de toros. A esto se une, siempre según fuentes municipales, "el esfuerzo" realizado por el Ayuntamiento para buscar una solución que permita la apertura del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) "pese a los evidentes incumplimientos del Principado" a la hora de construir el enlace al complejo sanitario desde la AS-II. Para el municipio esto es una prueba de su "lealtad institucional" hacia el Gobierno del Principado que preside Javier Fernández (PSOE) y de cómo, por el contrario, el Ejecutivo regional "huye permanentemente" de esta lealtad además de "cercenar y olvidar constantemente sus obligaciones y compromisos" con Oviedo.

Desde el equipo de gobierno se resaltó ayer que el proyecto para la plaza de toros fue planteado por Iglesias Caunedo a Javier Fernández en una entrevista que mantuvieron ambos dirigentes políticos. El Alcalde también lo presentó a los responsables de las consejerías de Fomento y Cultura. "Todo este asunto resulta aún más extraño", explicaron desde el Ayuntamiento, "si se tiene en cuenta que los técnicos del Principado en la comisión mixta formada para estudiar el futuro de los terrenos del Cristo y la Fábrica de Armas se manifestaron sobre el proyecto para la plaza de toros de una forma muy distinta a esta visión restrictiva y tendente siempre a la inactividad del Consejo de Patrimonio".











El municipio pedirá retirar la protección a la plaza de toros para poder rehabilitarla

El Principado alega que la decisión de rechazar el ferial para el coso de Buenavista "no es política", y los expertos reclaman "más flexibilidad"



17.11.2013 Pablo Gonzalez La Nueva España.


Por su parte, el Principado, a través de un portavoz de la Consejería de Cultura, aseguró ayer que el rechazo al plan director de la plaza de toros "no es una decisión política", ya que ésta fue tomada en el seno de la comisión permanente del Consejo de Patrimonio, "compuesta exclusivamente por especialistas y técnicos". Desde el Principado se refuerza el planteamiento del Ayuntamiento ovetense de solicitar "la descatalogación de la plaza de toros como BIC". "En el momento en que fuera aceptada, el proyecto se podría dar de paso", explicaban fuentes del Gobierno regional.

De todas formas, la posición del Gobierno del Principado, que preside Javier Fernández (PSOE), no acaba de convencer al equipo de gobierno local, que lidera Agustín Iglesias Caunedo (PP). Fuentes municipales lamentaron ayer "la deslealtad institucional" del Principado y sus actuaciones "contra Oviedo", en un "claro desprecio a la ciudad".



Mientras, destacados arquitectos de la región coincidían ayer en la necesidad de que en situaciones como la de la plaza de toros, cerrada desde hace años por su estado ruinoso, las autoridades deberían aplicar "más flexibilidad" a la hora de dar luz verde a determinados proyectos. Para Alfonso Toribio, decano del Colegio de Arquitectos, el problema viene de lejos, ya que fue el Ministerio de Cultura el que hace años decidió declarar BIC a todas las plazas de toros del país. "Puede que muchas de ellas no tengan la calidad arquitectónica suficiente para ser BIC y es posible que uno de estos casos sea el de la plaza de toros de Oviedo", señaló. Toribio es partidario de buscar un equilibrio entre la "protección y la funcionalidad" del edificio, ya que en caso contrario el inmueble acabará en "ruina". "Uno de los poderes de la arquitectura es su capacidad de adaptación", señaló Toribio, que apostó por que el Ayuntamiento y el Principado traten de llegar a un acuerdo al menos para aprobar la primera fase del plan director, que se centra en consolidar la estructura de la plaza de toros, muy dañada, y así evitar su ruina total.

Su colega Fernando Nanclares apuesta por "anular la declaración de BIC", ya que dado el contenido del proyecto a Cultura "no le queda otro remedio" que dar marcha atrás a la idea del municipio. Nanclares es de los que opinan que la plaza de toros ovetense no es "una edificio arquitectónicamente apreciable más allá del fenómeno histórico de las corridas, que aquí hace tiempo que ya no hay". Además, advierte de que se trata de "un edificio problema", ya que se "encuentra en un estado lamentable".

Por su parte, Emilio Llano es de los arquitectos consultados ayer por este periódico que creen que en casos como el de la plaza de toros se requiere "más flexibilidad" a la hora de estudiar los proyectos. Llano destaca el valor de la Comisión de Patrimonio, ya que "vela" para evitar que se produzcan atentados contra los bienes de interés cultural, "pero eso no significa que no pueda existir un equilibrio entre los elementos a conservar y los usos que requiere un equipamiento en derrumbe total" como es el coso de Buenavista. "Una postura completamente intransigente puede llevar a que lo que se quiere conservar acabe en ruinas, como ya ha sucedido con otros edificios", sentenció.




El también arquitecto Joaquín García Menéndez alerta de que "una cosa es proteger un bien cultura y otra muy distinta es no dejar hacer nada en él". Para García Menéndez, la plaza de toros ovetense "tiene una valor arquitectónico relativo" y destacó que en la ciudad "hay edificios racionalistas con mucho más valor que no tienen tanta protección" como el inmueble de Buenavista. El arquitecto tiene claro que el edificio necesita una intervención urgente, ya que, de lo contrario, "se va a caer en cuatro días, porque su estructura está muy dañada".

José Antonio Casanova, arquitecto y director de la Escuela de Arte, es partidario de la protección, "pero con sentido común", porque de no ser así "al final no habrá nada que proteger". Casanova recomienda que se intervenga "cuanto antes" para evitar el derrumbe de la plaza, porque "no hay derecho a tener un edificio en ese estado de total abandono". El responsable de la Escuela de Arte asegura que "los edificios también tienen derecho a una muerte digna".



IGNACIO RUIZ ALLÉN | Arquitecto, redactor del plan director para el coso de Buenavista

"La mejor manera de proteger un edificio es conservar su vitalidad, no su integridad"

"La plaza de toros ha tenido mala suerte desde el principio, sobrevive a parches, y ha llegado el momento de una intervención de calado"

18.11.2013 Elena Fernandez Pello.La nueva España.

Nacho Ruiz Allén (Oviedo, 1975) es el autor del plan director de la plaza de toros de Buenavista, sobre el que la Comisión Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural del Principado ha informado desfavorablemente. Ruiz Allén, socio del estudio de arquitectura Zon-e, no está sorprendido por su dictamen, lo considera poco valiente y opina que aboca al edificio a la ruina.

-¿Cómo le ha sentado el informe de Patrimonio?

-La noticia era esperable, por aspectos puramente técnicos. La gente de las comisiones de Patrimonio interpreta la ley del modo más conservador y menos comprometido y es una pena, porque yo entiendo que una comisión está para valorar qué es lo idóneo para el edificio y para la ciudad. La plaza de toros ha tenido mala suerte desde el principio: ya en 1957 se declaró en ruina, en la guerra fue semidestruida, ha ido sobreviviendo a base de parches y ha llegado el momento de una intervención de calado.

-Patrimonio habla de alteraciones de volumen, de desaparición de elementos estructurales...

-Desde el principio sabíamos que nos metíamos en un terreno muy comprometido. Por un lado, había que conservar el valor patrimonial de la plaza de toros y darle un uso; por otro, tiene un significado cultural, con detractores y defensores, y encima estaba el parque, que intuíamos que podría ser un asunto controvertido. Pero es que, ateniéndonos a la legalidad y si se quiere dar un uso al edificio, para cumplir la normativa de accesibilidad y evacuación de incendios hay que cambiarlo, y eso independientemente del diseño.

-La solución pasa por retirar la declaración de bien de interés cultural (BIC).

-No tendría que ser así, lo uno no debería estar reñido con lo otro. Entiendo que la mejor manera de proteger un edificio con un valor cultural no es conservando su integridad, sino su vitalidad. Si hace siglos esto se hubiera planteado con la iglesia prerrománica que había donde hoy se levanta la Catedral, hoy no tendríamos catedral. La transformación de los edificios forma parte del crecimiento urbano. Esto sin entrar en que el cumplimiento estricto de la normativa conlleva la ruina de la plaza.

-¿Está en tan mal estado?

-Nosotros lo visitamos un par de veces y estudiamos los informes del Ayuntamiento, de 1998 y 1989. Se juntan las humedades y la falta de mantenimiento. Está muy degrado, mucho, hasta el punto de que hay que cambiarlo todo y si no se toca colapsará y empezará a caer.

-¿Qué quiere decir con que hay que cambiarlo todo?

-Hay que cambiar la estructura y eso para empezar, porque el graderío no cumple la normativa. La plaza no se puede abrir simplemente porque los vomitorios y los peldaños de las gradas no cumplen la ley.

-¿Cuánto tiempo puede aguantar así?

-Eso es muy difícil de decir, entre otras cosas depende de las lluvias. El año pasado con todo lo que llovió debió haber sufrido bastante.

-¿Y arquitectónicamente no tiene valor? Es un edificio de De la Guardia.

-Sí pero, De la Guardia tiene edificios mucho más representativos. Y comparándolo con otras plazas de toros tiene un valor escaso: se construyó con muy pocos medios y en un tiempo récord. La reconstrucción del 57 ya no respetaba el original. Así que, ¿qué estamos protegiendo?, porque el edificio original ya no existe. Ya que no puede volver a su estado original vamos a hacer que funcione. En el fondo el debate es qué modelo de ciudad queremos: por un lado está la opción conservacionista y por otro la vitalista.

-El plan director está organizado en varias fases.

-Es un planteamiento de partida que nos hizo el Ayuntamiento, ése y que el edificio admitiera el mayor número de usos posibles, y nos pareció que tenía muchísimo sentido común. Es bueno ser prudente a la hora de acometer operaciones tan ambiciosas, económicamente y por el interés de la ciudad. Las fases van creciendo en ambición: la primera es muy modesta, adaptar el edificio para darle un uso y recuperarlo. El caso es que la Comisión tiene que informar sobre todo el documento, si se hiciera por fase quizás algunas tendrían menos problemas.

-El graderío es controvertido.

-Eso es en la cuarta fase, muy a largo plazo y no se sabe si se realizará. El plan establece unas directrices, luego hay que desarrollar los proyectos y de ellos dependerá la calidad final. Lo que está claro es que si quieres un edificio con diez mil localidades esa escala sobrepasa la que tiene la plaza de toros, así que no es una cuestión de imagen, sino de espacio. Nosotros estamos muy contentos con lo que proponemos: a nivel arquitectónico es muy sutil y no daña la imagen de la plaza de toros.