5/28/2013

VISITA ANTONIO BAÑUELOS BURGOS







El 26 de mayo se realizó la final del V Certamen de Tentaderos “Ciudad de los Almirantes” en la finca “La Cabañuela”, de Burgos donde pasta la ganadería de Antonio Bañuelos;
   
 
Carlos Ochoa, un muchacho madrileño, ha sido el ganador del V Certamen de Tentaderos “Ciudad de los Almirantes” tras obtener 41 puntos en la jornada final celebrada en la ganadería burgalesa “La Cabañuela” de Antonio Bañuelos y ser el mejor de los seis finalistas que accedieron a la misma y que fue seguida por numeroso público de aficionados que abarrotó literalmente todos y cada uno de los espacios habilitados al efecto en dicha explotación ganadera.
 
 

Habría que decir que el lleno hasta la bandera lo protagonizaron personas venidas en autocares desde Logroño, Bilbao, Torrelavega, Santander, Valladolid, Asturias y la Peña taurina de Sahagún (León) que fletaron autobuses para sus asociados. Echándolo por lo bajo cerca de quinientas personas asistieron en directo a la final.
 
Se lidiaron seis eralas de la ganadería titular, de diverso y variado comportamiento: dos mansas y con genio, tres encastadas y bravas y una de bandera corrida en cuarto lugar y que precisamente le tocó en suerte al triunfador Carlos Ochoa. Algo de viento en la última parte del Certamen hizo que en ocasiones las telas de los muchachos les dejaran algo desairados ante la cara de las novillas. Sin embargo los seis cumplieron perfectamente su cometido.
Antes de nada, la clasificación final, sumadas las anotaciones y calificaciones de los cinco miembros del jurado fueron éstas:

  • Jhonatan Gordon, de Valencia, 24 puntos.
  • David Sendín, de Salamanca, 31 puntos.
  • Diego Luna, de Villalpando, 31 puntos.
  • Aron Rodríguez, de Toledo, 32 puntos.
  • Javier Casares, de Medina del Campo, 36 puntos.
  • Carlos Ochoa, de Madrid, 41 puntos.

Carlos Ochoa, un muchacho madrileño, ha sido el ganador del V Certamen de Tentaderos “Ciudad de los Almirantes” tras obtener 41 puntos en la jornada final celebrada en la ganadería burgalesa “La Cabañuela” de Antonio Bañuelos y ser el mejor de los seis finalistas que accedieron a la misma y que fue seguida por numeroso público de aficionados que abarrotó literalmente todos y cada uno de los espacios habilitados al efecto en dicha explotación ganadera.
Habría que decir que el lleno hasta la bandera lo protagonizaron personas venidas en autocares desde Logroño, Bilbao, Torrelavega, Santander, Valladolid, Asturias y la Peña taurina de Sahagún (León) que fletaron autobuses para sus asociados. Echándolo por lo bajo cerca de quinientas personas asistieron en directo a la final.
Se lidiaron seis eralas de la ganadería titular, de diverso y variado comportamiento: dos mansas y con genio, tres encastadas y bravas y una de bandera corrida en cuarto lugar y que precisamente le tocó en suerte al triunfador Carlos Ochoa. Algo de viento en la última parte del Certamen hizo que en ocasiones las telas de los muchachos les dejaran algo desairados ante la cara de las novillas. Sin embargo los seis cumplieron perfectamente su cometido.
Antes de nada, la clasificación final, sumadas las anotaciones y calificaciones de los cinco miembros del jurado fueron éstas:
  • Jhonatan Gordon, de Valencia, 24 puntos.
  • David Sendín, de Salamanca, 31 puntos.
  • Diego Luna, de Villalpando, 31 puntos.
  • Aron Rodríguez, de Toledo, 32 puntos.
  • Javier Casares, de Medina del Campo, 36 puntos.
  • Carlos Ochoa, de Madrid, 41 puntos.
Actuó como picador Víctor Hermosilla y como responsable ganadero Eduardo Redondo encargado de cortar los pitones a las reses, una vez lidiadas. Antonio Bañuelos comprobó minuciosamente el comportamiento de sus eralas ante el caballo y la muleta de los novilleros. Por su parte, el Presidente de la Federación taurina de Valladolid, Justo Berrocal, dirigió el tentadero, explicando primero al público el contenido del mismo y su organización, dando paso, tras el sorteo realizado en las dependencias ganaderas, a las actuaciones de los novilleros.
Empezó el medinense Javier Casares quien lo hizo ante una brava erala colorada pero muy floja de remos que se cayó bastante en el cuidado ruedo de la Cabañuela. Javier Casares mostró su oficio y una entrega digna y muy aplaudida por el público al que saludó afectuosamente desde los medios de la plaza de tientas. La vaca sin embargo y pese a su codicia por embestir a la tela del torero de Medina del Campo no llegó a la categoría de otras de sus hermanas lidiadas esta mañana.
A David Sendín le tocó una res con más genio y raza que la anterior, pero mansa, lo que hizo que el muchacho de Salamanca estuviera aseado en su intervención.
A continuación actuó el toledano Aron Rodriguez que pese a su mermada estatura y constitución mostró valor y maneras para enfrentarse a la encastada vaca de Bañuelos. Intentó someterla, perdiéndola un par de pasos tras el muletazo y ahí fue donde el chaval obtuvo sus mejores series. Aron tuvo momentos muy reconocidos por el público espectador que le tributó varias ovaciones tras su trasteo.
En cuarto lugar actuó Carlos Ochoa, quien además tuvo la suerte en el sorteo de tocarle el mejor animal del encierro, una vaca aveletada, negra y con bravura espectacular que fue al caballo con alegría, estirando el pescuezo y plantando pelea ante el jaco del picador Víctor Hermosilla. Carlos Ochoa se estiró, alargó el muletazo, completó las series y citó desde la larga distancia en varias ocasiones, acudiendo la erala con prontitud y codicia. El público ovacionó con fuerza al torero madrileño que se retiró entre barreras ufano y feliz tras ver el premio con que el público le había obsequiado, la ovación más larga y fuerte de todas las escuchadas en esta maña espléndida burgalesa.
El valenciano Jhonatan Gordon pechó con una brava pero complicada erala, aunque intentó someterla y llevarla toreada en todos los momentos de su lidia. Mucho esfuerzo puso sobre la arena el chaval valenciano, muchas ganas y mucha ilusión en su intervención qye también su aplaudida por el público.
Y cerró tienta y certamen hasta el año que viene el zamorano de Villalpando Diego Luna que estuvo muy torero en todos los momentos de su intervención, segura, seria y digna. Sometió sobre todo por la derecha a la última de la tarde aunque no pudo por el pitón izquierdo mostrar su toreo ante la dificultad del animal por ese lado.
En resumen, intensidad, buen hacer y emoción en la final de esta edición donde los novilleros debieron parar las vacas, colocarlas al caballo en varios de los puntos señalados y colaborar en la ayuda entre ellos mismos, dando muestras de camaradería y colaboración como compañeros que son de una profesión como la de ser torero.
Al final del acto, la Secretaria de la Federación taurina María Adela Álvarez hizo públicas las puntuaciones y el ganador recibió de manos de Antonio Bañuelos el premio por su triunfo. Justo Berrocal entregó también la muleta ganadora al vencedor de esta edición


 

5/04/2013

TOROS EN LA INMACULADA-LOS JESUITAS DE GIJON

(Asociacion de antiguos alumnos y biblioteca y archivo del colegio de La Inmaculada,
agradecimientos a J.Guerrero.)
"En el Colegio La Inmaculada-Los Jesuitas de Gijón que cumple su 125 aniversario se organizaron festejos taurinos ininterrumpidamente desde 1948 a 1972 con motivo de sus fiestas rectorales. Las reses procedían de las ganaderías  de Gamazo, Marqués de Simancas , Tabernero, Antonio Sánchez Ferrero  entre otros  como rezan los carteles que conserva el propio colegio, el Museo del Pueblo de Asturias y algún aficionado. Las vaquillas de respetable trapío algunos años, volvían vivitas y coleando  a la ganadería después. Eran los alumnos  más atrevidos de los dos últimos cursos los encargados de lidiarlas, un día toreaban unos y al siguiente los otros. A pesar de las cogidas, nunca hubo que lamentar ningún accidente serio. Esto suponía la oportunidad para cientos de chavales de ponerse por primera vez en sus vidas delante de una vaquilla, privilegio que hoy en dia no tienen los jóvenes en toda Asturias, y era una auténtica cuna de aficionados. El propio centro tejía los trastos de torear, una mezcla entre capote y muleta sin apenas peso que aún conserva bien doblados en una vitrina de su cuidada biblioteca.  Los primeros años las vaquillas se hacían en el patio de La Palmera en el interior del colegio, para posteriormente montar la placita de madera en los patios exteriores y los campos de fútbol en distintas localizaciones. Esto como podéis imaginar era una auténtica fiesta, desde el paseillo con todos los alumnos participantes desfilando, a los valientes que hacían el Tancredo, las mesas de tute en el medio de la plaza con los mozos sentados desafiando a la vaca, y el miedo cuando escapaba por los patios y todos los alumnos salían corriendo,cosa que pasó al menos un año al hundirse los toriles. De  aquí salió el último gijonés que llegara a novillero con caballos Jose Luis Caneja y que toreara en el Bibio, también director de lidia durante las fiestas colegiales . El infortunio de la muerte de Antonio Bienvenida cuando una vaquilla escapada le cogió por la espalda hizo a los responsables no continuar con este festejo. Gracias a Jose Manuel Guerrero Rodríguez, antiguo director del colegio, profesor, y responsable del archivo pude rescatar algunas fotos,  y visualizar un video taurino que comparten  y divulgan orgullosos de su historia y su afición entre  las nuevas generaciones de alumnos y alumnas. Hay que recordar que hasta 1972 el colegio era eminentemente masculino.Las mismas vaquillas que se utilizaban en las fiestas de los Jesuitas iban después a la Universidad Laboral que por aquel entonces era el instituto de educación secundaria más grande de España con cabida para más de 3000 alumnos dado que la enseñanza y dirección del centro eran también de los Jesuitas (Compañía de Jesús) mientras que la intendencia la hacía la orden de las hermanas pobres de Santa Clara (Clarisas).
Estos 2 centros tenían entre sí una grán rivalidad tanto deportiva como académica, y como no podía ser menos competían por tener las mejores fiestas. No podía ser que uno tuviera toros y el otro no. Compartieron las vaquillas  desde 1967 a 1972 según aparece en la revista La Torre del archivo municipal de Gijón, dado que sus festejos de mayo coincidían en tiempo y forma.
En 1978 la Universidad laboral entregó la dirección a personal docente de las Universidades Laborales que sustituyó a los jesuitas, y pocos años después se rescindió también el convenio con las monjas. Así fue que había toros en los campos de Somió colindantes a la Universidad Laboral, donde estan ahora los campos de futbol , el de rugby  y  el de jockey hierba".

1948














1952(Sirgo)





1964









                                                    1965



                                               1966 Este año se ocupa de la direccion de lidia uno que llegó a novillero y actuó en la plaza de toros del Bibio Jose Luis Caneja.













                                                   1967(Museo del Pueblo de Asturias)


1968



1969
Estas 2 fotos fueron facilitadas por F Guerra antiguo alumno aficionado y critico taurino.



1970



1971
                             1972