2/24/2012

TOROS EN VIGO


En el año 1883 la publicacion El Arte de la Lidia indica que se proyecta en Vigo una plaza de toros.
La publicación El arte de los Toros el 08/03/1897 dece que la empresa de Vigo ha hecho proposición al espada Bonarillo para torear 2 corridas en dicho punto junto a Machaquito,Gallito y lagartito.




Jorge Lamas. La voz de Galicia.09/09/2009

Tres trabajadores de Barreras lidiaron un novillo en la plaza de toros de A Ribeira en septiembre de 1948. El coso estuvo activo dos años en la playa de San Sebastián
La Hermandad de la Pasión, conformada por marineros de O Berbés, confeccionó un cartel atractivo para atraer al público a una becerrada benéfica que se celebraría, el 5 de septiembre de 1948, en la plaza de toros portátil de O Berbés. El programa estaba encabezado por el entonces entrenador del Real Club Celta, el ex guardameta internacional Ricardo Zamora, que lideraba una cuadrilla de jugadores célticos. Le seguían las cuadrillas de El Niño del Berbés y Albino Castro, transportistas y «conocidos elementos de la Ribera». Completaba el cartel, Ramper, con su espectáculo de toreo cómico. «La plaza, seguramente, va a resultar pequeña por primera vez», rezaba el anunció publicado en El Pueblo Gallego .
Los marineros de O Berbés se vieron obligados a cambiar el programa debido a que el Real Club Celta había concertado, en el último momento, un encuentro amistoso en A Coruña con el Deportivo. Así que, como sustitutos de los «matadores» célticos, la organización lió a la cuadrilla Factoría Barreras, compuesta por los trabajadores Manuel Ramos, El Niño Pirulo ; Emilio Domínguez, Dominguito ; y José Rodríguez, Pepillo . La finalidad de la becerrada era recaudar fondos para obras benéficas por lo que, la Hermandad de la Pasión recordaba en la prensa que «los niños, excepto los de pecho, pagarán rigurosamente su entrada».
Al día siguiente, en La Hoja Oficial del Lunes se reclamaba la construcción de una gran plaza de toros en Vigo, con capacidad para 15.000 personas, que «poco excedería de los tres millones de pesetas». Se decía en la publicación de la Asociación de la Prensa que el edificio podría albergar otro tipo de espectáculo, como boxeo, corales, bandas de música o verbenas.

En La Hoja Oficial del Lunes del 2 de agosto de 1948, se explicaba la historia de la plaza de toros de O Berbés. Se decía que la Hermandad de la Pasión había adquirido una plaza de madera en Noia. Ignacio Álvarez, secretario de la Comisión de Fiestas de O Berbés, señalaba que el aforo era de 4.500 personas, pero aclaraba que «si el éxito nos acompaña, pensamos ampliarla lo que sea necesario». La plaza fue instalada en el relleno que se había realizado en la playa de San Sebastián, aproximadamente donde hoy en día se levanta la gasolinera de Beiramar. La cofradía marinera desembolsó 60.000 pesetas por la plaza y 15.000 pesetas más por su transporte hasta la ciudad olívica.

Inauguración con miedo
La intención inicial era programar novilladas, «sin picadores», y veladas de boxeo, plan que siguieron al pie de la letra en los casi dos años que estuvo funcionando. La inauguración oficial tuvo lugar el 15 de agosto, con una novillada protagonizada por Pepe Carceller y Jerónimo Pimentel. Este último, adquirió renombre posteriormente como matador de toros en su Colombia natal. Sin embargo, en el coso de O Berbés no obtuvo una crítica favorable. «En una tarde gris, ni Carceller ni Pimentel demostraron su indiscutible valía. En momentos, el fatídico miedo deslucía su labor», se podía leer en La Hoja Oficial del Lunes del día 16 de septiembre de 1948.

Las novilladas se sucedieron en días señalados, como el 12 de octubre, Día de la Raza. En aquella ocasión, los novilleros contratados fueron peruanos, uruguayos y venezolanos. Recuerdan algunos vecinos mayores del barrio, que muchas personas acudían a la plaza de toros en calesa, dando mayor realce a los espectáculos. Sin embargo, no tuvo demasiado éxito el coso, quizá por los precios, que oscilaban entre las ocho pesetas de la grada de sol y las 15, de sombra, o por falta de tradición. En cualquier caso, el relleno de Beiramar, llamado a acoger la conexión del puerto con la villa de Bouzas, solo permitió la existencia de la plaza hasta finales del año 1949. Durante ese tiempo, el coso también acogió varias veladas de boxeo, como la que protagonizaron Ferro y Teodoro González el 6 de agosto de 1949.

Los aficionados a la tauromaquia siguieron protagonizando otros intentos dirigidos a conseguir que Vigo tuviese una plaza de toros estable.

La plaza de toros de As Travesas

A comienzos de febrero de 1952, un grupo de aficionados taurinos el Centro de Hijos de Vigo presentó un proyecto para la construcción de un coso en una finca ubicada detrás de Santa Irene, un intento serio. Su presidente Manuel Núñez encabezó una comisión pro-plaza. Desde los primeros días de enero, la prensa comenzó a recoger las intenciones de los taurinos, tendentes a convencer al gobierno municipal para que se construyera una plaza en la finca del Carmen, detrás del Instituto Santa Irene. El día 2 de febrero, El Pueblo Gallego afirmaba que había visto los planos, y que en la Peña Taurina de Vigo, ubicada en el Bar Pena, había un ambiente de euforia porque se decía que habría plaza en el verano de 1953.
Sin embargo, en marzo de 1952, perdió peso el emplazamiento de As Travesas y comenzó a hablarse de Balaídos, justo detrás del estadio municipal.


Un argumento tan original como que los turistas querían ver «la fiesta nacional», fue esgrimido por un periodista entusiasta de la tauromaquia para apoyar el proyecto de construcción de una plaza de toros presentado en el Ayuntamiento de Vigo a comienzos de febrero de 1952. No era la primera vez que los taurinos vigueses clamaban por un coso. Cuatro años antes, incluso se levantó una plaza provisional en O Berbés, promovida por la Hermandad de la Pasión. Los cofrades resultaron ser unos «apasionados» de la lidia, y llegaron a pagar 75.000 pesetas por un plaza de madera transportable que existía en Noia. El proyecto fue poco respaldado por el público y acabó rentabilizándose como escenario pugilístico hasta su desaparición.
Así, el proyecto presentado por una comisión taurina presidida por Manuel Núñez, a la sazón presidente del Centro de Hijos de Vigo, pretendía establecer la tan ansiada plaza detrás del Instituto Santa Irene, «frente a los frontones, dejando por medio la calle llamada del Carmen, en una finca conocida con el nombre de Villa Pepita».
El arquitecto Antonio Román y el aparejador Primitivo Coca redactaron el proyecto que fue presentado en el Ayuntamiento de Vigo el 5 de febrero de 1952. Se pretendía utilizar una superficie de 12.000 metros cuadrados, «con un acceso de circunvalación con entrada por la calle Cataboi y salida por la calle del Carmen hasta la Gran Vía», explicaba Manuel Núñez al entusiasta periodista.

El caso es que los vecinos de As Travesas estaban más ilusionados con la posibilidad de que les construyeran una plaza, pero de abastos. Vamos, un mercado. Tras la presentación del proyecto comenzaron a surgir los inconvenientes para el mismo. Que si la zona proyectada estaba sujeta a un nuevo plano de urbanización, que si los accesos no eran los adecuados. Y el proyecto se fue durmiendo. Aunque nuestro taurófilo periodista seguía haciendo campaña a favor del coso, y no se le ocurrió mejor idea que entrevistar a un inglés, que había llegado a Vigo a bordo del trasatlántico Alcántara . Se llamaba Charles Hitchcock y, a fuerza de vivir en Gibraltar, «se había contagiado de flamenquismo». El caso es que el rubio visitante quería ser torero. «¿Y no tiene miedo a las cornadas?», le preguntó el periodista. «Lo que siento, por mi condición de acomodado económicamente, es no poder decir, como los toreros españoles, que más puñaladas da el hambre», contesto el aspirante a matador británico, que despidió su entrevista haciendo votos para poder inaugurar la futura plaza de Vigo.
En marzo de ese mismo año, el Gobierno de España concedía a Vigo nueve millones de pesetas para la construcción de una zona deportiva tras el instituto, dándole casi definitivamente la puya al proyecto.
No obstante, la plaza de toros de As Travesas llegó a existir, aunque de forma provisional. Fue durante la Semana Grande del año 1953. Un empresario foráneo instaló una plaza móvil para acoger varias corridas y novilladas entre el 25 de julio y el 2 de agosto.
Mario Cabré fue el torero estrella que lidió el primer día. Este matador compaginó su carrera taurina con papeles en películas e incluso como presentador de televisión. Llegó a trabajar con James Mason y Ava Gadner, quien dijo de él en sus memorias que era un pesado por creerse en la obligación de desempeñar el papel de latin lover . Al parecer la llamaba continuamente por teléfono y se empeñaba en cubrirla de flores. El caso es que los vigueses no respondieron abrumadoramente a los festejos y el empresario taurino desmontó el coso y se fue con los toros a otra parte.